PECHUGA DE POLLO EN SALSA

🌱 Pechuga de pollo en salsa: ¡súper jugosa y deliciosa! 🤤

Esta receta de pechuga de pollo en salsa es perfecta si buscas una comida llena de sabor y fácil de preparar. Con ingredientes simples como espinacas, tomates cherry y un toque de mozzarella, tendrás un plato delicioso que hará que todos quieran repetir.

🌱 Ingredientes:

• Tomates cherry (al gusto)
• Espinacas frescas (al gusto)
• 2 dientes de ajo
• 200 ml de nata baja en grasas
• Un puñado de mozzarella
• Orégano (al gusto)
• Sal (al gusto)
• 5 g de aceite de oliva
• 1 pechuga de pollo

🌱 Preparación:

1. Calentar el aceite: En una sartén, añade los 5 gramos de aceite de oliva y caliéntalo a fuego medio.
2. Preparar la pechuga de pollo: Haz algunos cortes en la pechuga para que se cocine mejor por dentro. Coloca la pechuga en la sartén y cocina vuelta y vuelta, solo hasta que se dore por ambos lados. Retira la pechuga y resérvala para más tarde.
3. Cocinar los tomates y el ajo: En la misma sartén, añade los tomates cherry cortados por la mitad y los 2 dientes de ajo picados. Cocina durante unos 2 minutos para que los tomates empiecen a soltar su jugo.
4. Añadir las espinacas: Incorpora las espinacas frescas a la sartén y cocina durante otros 2 minutos, hasta que se reduzcan.
5. Agregar la nata: Añade los 200 ml de nata baja en grasas y cocina a fuego lento durante 4 minutos, removiendo ocasionalmente para que todos los sabores se integren bien.
6. Cocinar las pechugas en la salsa: Coloca las pechugas de pollo dentro de la salsa y cocina durante 10 minutos a fuego lento, para que el pollo absorba todo el sabor de la salsa.
7. Añadir la mozzarella: Espolvorea un puñado de mozzarella por encima de las pechugas, tapa la sartén y cocina durante otros 10 minutos a fuego bajo, hasta que el queso se derrita y la salsa se espese.
8. Toque final: Añade un poco de orégano y sal por encima justo antes de servir. ¡Listo para disfrutar! 🤤

🌱 Consejo Nutricional:

Esta receta es una excelente opción si buscas un plato equilibrado y sabroso. La pechuga de pollo es una fuente magra de proteínas de alta calidad, ideal para el mantenimiento muscular y la saciedad, mientras que las espinacas aportan una buena dosis de hierro, vitamina K y antioxidantes esenciales para la salud.

El uso de nata baja en grasas ayuda a reducir la cantidad de grasas saturadas en el plato, manteniendo la cremosidad sin sacrificar el sabor. El aceite de oliva proporciona grasas saludables que benefician el sistema cardiovascular, y la mozzarella, en cantidades moderadas, añade un toque delicioso de calcio y proteínas.

Este plato es ideal para quienes buscan una comida nutritiva y deliciosa sin complicarse mucho en la cocina.

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